ENTREVISTAMOS A MILA BENITO, DIRECTORA DE MARKETING Y COMUNICACIÓN DEL BANCO DE ALIMENTOS DE MADRID

¿Cuál es la finalidad  del Banco de Alimentos?

En nuestra fundación trabajamos para evitar el hambre y el despilfarro alimentario – promoviendo con ello la economía circular – y lo hacemos gestionando el Banco de Alimentos de Madrid cuya misión es conseguir gratuitamente alimentos para entregarlos, también de manera gratuita, a las personas más desfavorecidas de la sociedad que se encuentran en pobreza severa.

Los alimentos que recibimos provienen del aprovechamiento de los excedentes de producción tanto en origen – a través de programas de retiradas de frutas y hortalizas – como en la industria donde aprovechamos productos de calidad óptima, próximos a caducar, pero que aún son aptos para el consumo humano. Una segunda vía – no menos importante – proviene de las donaciones directas de particulares y empresas a través de Operaciones Kilo, La Gran recogida de Alimentos y campañas de donación que realizamos de manera periódica para garantizar el suministro.

 

La COVID-19 ha implicado, y sigue implicando, muchos cambios en la sociedad. Nuestra economía y la de miles de españoles se ha visto afectada a niveles preocupantes. ¿Cómo os ha afectado esto a vosotros?

A mediados de marzo, coincidiendo con el inicio del confinamiento se produjo una demanda de ayuda alimentaria a nuestra Fundación de más del 40%. Pasamos de atender a 190.000 personas a través de 540 entidades benéficas legalmente reconocidas en la Comunidad de Madrid. A día de hoy, la demanda no ha bajado ni las previsiones apuntan a que vaya a disminuir en los próximos meses. Actualmente estamos distribuyendo, desde marzo, más de 2 millones de kilos de alimentos cada mes.

Esta crisis sanitaria ha traído consigo una crisis alimentaria y económica sin precedentes. Hemos visibilizado las colas del hambre en Madrid, algo impensable. Pero estamos delante de un problema no solo sanitario, también estructural. Sufríamos aún las consecuencias de la anterior crisis de 2008: miles de personas que ya estaban en el paro, trabajaban en economía sumergida, sin contrato, sueldos precarios que no permiten llegar a fin de mes, inestabilidad laboral … una realidad que existía antes de la crisis actual pero que ahora se ha hecho visible y se ha agravado con el azote de la Covid 19.  En la Comunidad de Madrid 1 de cada 6 personas están en pobreza, en riesgo de exclusión social.  Han cambiado los perfiles de los beneficiarios que reciben la ayuda de alimentos, hablamos de los “nuevos pobres”, gente que trabaja y no llega a fin de mes. Personas que antes ayudaban con sus donaciones y ahora necesitan ayuda, una gran bolsa de personas clase media que ahora están en pobreza y a quienes hoy necesitamos ayudar para que puedan volver a reintegrarse a la sociedad.

En la Fundación Banco de Alimentos de Madrid tuvimos que reinventarnos. Somos una organización en la que trabajan 408 voluntarios (la mayoría prejubilados y jubilados que, por razones de seguridad, tuvieron que dejar de acudir presencialmente a nuestras sedes y solo 21 personas contratadas. Con la llegada del confinamiento hicimos un llamamiento y conseguimos incorporar a 292 voluntarios jóvenes a nuestros almacenes y gracias a ellos pudimos seguir operando. Por otro lado, con tanta gente que no podía recoger alimentos por no poder salir de los domicilios y la falta de recursos de las entidades benéficas, se nos complicó mucho el tema logístico y de distribución. También contamos con particulares y empresas que de manera voluntaria pusieron a nuestra disposición sus vehículos para ayudarnos.

 

¿Cómo prevéis que va a ser el futuro de la comunicación y el marketing en vuestro ámbito?

Esta crisis nos ha enseñado que es clave. Lo que no se comunica no existe en la mente de la gente y nosotros vivimos de la solidaridad de miles de personas, empresas e instituciones que nos prestan ayuda. Necesitamos que se nos conozca y que llegue nuestra labor. Es fundamental para nosotros establecer campañas de marketing que den a conocer nuestras necesidades, programas que fidelicen a nuestros socios y canales de comunicación permanentemente actualizados que funcionen para establecer diálogos constantes con nuestro público que, en nuestro caso, es la sociedad entera. El futuro, en este ámbito, será cada vez más digital en cuanto a las herramientas, pero también más humano. La comunicación, sobre todo en nuestro sector, siempre es de personas para personas.

 

El tema de la sostenibilidad corporativa está ahora muy en boga, y para nosotros, como empresa especializada en marketing sostenible, esto es algo muy importante y positivo. ¿En qué Objetivo de Desarrollo Sostenible os enfocáis? ¿Qué opinión os merecen las memorias de sostenibilidad?

Como país, tenemos un gran compromiso por delante de cara a 2030. Hoy, afortunadamente, empieza a no concebirse una estrategia de negocio que no se desarrolle intrínsecamente ligada a una estrategia de sostenibilidad corporativa que tenga un impacto social y en el medio ambiente positivo. No es aceptable un desarrollo que no sea sostenible, que no impacte positivamente en el ser humano.

Como todas las acciones de la compañía, las relacionadas con la sostenibilidad han de   ser medibles y para poder ser evaluadas, y que tengan visibilidad, registrar sus resultados a lo largo del tiempo. En este sentido es muy útil elaborar una memoria de sostenibilidad que aportará datos del periodo – normalmente anual – de manera ordenada y documentada de la contribución y logros conseguidos por la compañía en materia de sostenibilidad. Es muy probable que la elaboración de este tipo de memorias crezca de manera importante en los próximos años.

En nuestra Fundación, trabajamos principalmente en el ODS 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible, y el ODS 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas, el ODS 12: producción y consumo responsables.

 

A partir del día 16 de noviembre, y durante toda la semana, celebraréis en Madrid la Gran Recogida de Alimentos. ¿En qué consistirá esto?

Se llevará a cabo desde el 16 hasta el 22 de noviembre. Es la mayor campaña de recogida de alimentos de las que llevamos a cabo en el año en las principales cadenas y tiendas de alimentación y en este año en su 8ª edición, por los problemas   sanitarios  y para evitar contagios y garantizar la seguridad de nuestros voluntarios, vuelve con 2 novedades en la forma de donar:  mediante bonos  desde 1 € hasta el importe que se quiera donar que se harán efectivos en el momento del pago en la caja del punto de venta o mediante donación on line a través de la web.

No se recogerán alimentos físicos de los donantes en las tiendas. Esto, además tiene la ventaja de que no necesitamos hacer la clasificación posterior de los alimentos durante meses – tengamos en cuenta que el objetivo es recoger 2.500.000 kilos de alimentos – y, evitando la manipulación, evitamos los contagios. Y por otro lado nos permite comprar los alimentos que más se necesitan en el momento justo en el que nos faltan, optimizando al máximo el precio ya que los compramos en origen

 

¿Cómo puede apuntarse alguien si quiere participar como voluntario?

A partir del día 26 de noviembre abrimos la web de la Gran Recogida a través de la cual se pueden hacer ambas cosas, tanto donaciones on line como registro de voluntarios y se habilita además un número de teléfono con centralita evitar colapso de  llamadas: www.granrecogidamadrid.org o en el teléfono: 91 990 54 05

Recordemos que dadas las circunstancias tan especiales que este año vivimos y la crisis alimentaria, necesitamos donaciones para poder seguir garantizando el derecho a alimentarse de manera adecuada de as 190.000 personas que hoy a atendemos en la Comunidad de Madrid. Y para poder conseguir ese objetivo de 2.500.000 kilos de alimentos, es imprescindible que contemos con 8.000 voluntarios que podrán elegir su tienda más cercana, para que nos concedan sólo 4 horas de su tiempo durante alguno de estos 3 días:  20, 21 o 22 de noviembre. Un pequeño esfuerzo ya que este año no manipularán alimentos, su labor es puramente informativa, pero muy gratificante para ellos y de gran ayuda para nosotros.

 

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