Llevamos años siendo testigos de cómo la sostenibilidad ha ido cobrando, de forma gradual, protagonismo dentro de las empresas hasta el punto de ser integrada como una parte más de la estrategia de las mismas. Ahora nos queda por ver si, en los próximos meses una vez pasemos la crisis del COVID-19, esta tendencia se ve acelerada y aquellas empresas más reacias hasta el momento se suman de forma definitiva a esta tendencia.
Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) están sirviendo como mapa que guía a las empresas en la materialización de sus decisiones en sostenibilidad, eligiendo alinearse con aquellos objetivos en los que más pueden aportar por su tipo de actividad.
Según un informe elaborado por PWC “el 78% de las compañías españolas mencionan los ODS dentro de sus informes anuales”. Las buenas acciones se contagian, por lo que tan importante es que las empresas las realicen, como que las comuniquen a sus stakeholders y es, en este punto, donde comienza el primer reto de los especialistas en marketing y comunicación para orientar y potenciar este valor dentro de la estrategia en comunicación.
¿Qué es el marketing verde o marketing sostenible?
El marketing en estos tiempos se reinventa cada día, las tendencias cambian, algunas vuelven, otras se quedan para siempre. La sostenibilidad traducida al ámbito del marketing podríamos llamarlo Marketing Verde o Marketing sostenible.
¿En qué consiste este tipo de Marketing? Se basa en la aplicación de estrategias que tienen como resultado un producto o servicio sostenible. Debemos entender que cuando hablamos de sostenibilidad tenemos hacerlo desde sus tres dimensiones: económica, social y medioambiental.
La sostenibilidad es una tendencia que ha llegado para quedarse. Únicamente tenemos un planeta y nos está dando señales para que reorientemos nuestros comportamientos, está dentro de cada uno de nosotros (como individuo que suma) respetar y contribuir para que el cambio hacia la responsabilidad social sea efectivo.
Cada vez son más las empresas que se dan cuenta del compromiso que tienen frente a la sociedad y, en especial, hacia sus consumidores. Apostar por nuevas estrategias respetuosas con el medioambiente y que sumen a la sociedad, crea nuevas oportunidades de negocio.
Proclamarte como empresa responsable frente al entorno que nos rodea revaloriza tu organización.
Si hasta hace unos años, realizar acciones responsables sumaba puntos, el no hacerlo ahora, restará valor a la empresa y a la percepción que tus públicos tienen de ella. Para alcanzar el éxito es necesario un buen plan de comunicación, si añadimos la responsabilidad medioambiental encontraremos un resultado implacable.
La sostenibilidad cobra peso en las decisiones de nuestro target. Esto se debe al papel diferenciador que tiene el Green Marketing. Si una empresa con valores sostenibles comercializa un mismo producto que otra organización que no lo hace, el consumidor elegirá el producto o servicio más respetuoso con el medio ambiente.
Según un informe realizado por Forética en 2018, un 89% de las personas encuestadas reconoce que, entre dos productos iguales, escogería el más responsable y, además, un 63,9% estaría dispuesto a comprarlo aunque esto supusiera un mayor precio.
Cuidado con el “Green Washing”
No todas las empresas juegan limpio y aquí entra en juego el concepto de Green Washing, significa “Green” de “verde” y “washing” de “lavado”, y se usa para denominar aquellas malas prácticas que llevan a cabo algunas empresas que presentan un producto como positivo y verde, aunque en realidad no lo sea.
Hoy en día, la sociedad está empezando a tener más presente que un mundo sin sostenibilidad no es posible. Los consumidores ya han elegido, ahora es el turno de las empresas.